El Socialismo en su laberinto: ¿Schiaretti o Macri?, el difícil dilema que le depara el 2023
Como si fuera el título de la novela del recordado y afamado escritor colombiano García Márquez, el Socialismo se encontrará en el Congreso partidario previsto para el mes de mayo con la no menor disyuntiva de tener que elegir entre ser consecuente con la idea que propone justamente el mandatario cordobés Juan Schiaretti de salirse por arriba de la grieta o tomar la decisión, en Santa Fe, de ser parte de la misma jugando dentro de Juntos por el Cambio.
Esa resolución seguramente generará entre sus partidarios un sentimiento contradictorio, debido al contrasentido que se daría a su recurrente discurso y a esa creencia que acuna el partido de poder ser participe de generar una alternativa política que escape a la lógica del amigo – enemigo, la que el “espacio de la rosa” tanto critica y que esta instalada en la sociedad como un circulo vicioso que no ha permitido al país salir adelante, para poder imponer un proyecto superador que consiga, por fin, el deseado bien común que tanto la gente pregona y espera.
La decisión de Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey de lanzar un espacio superador a la grieta provocó sorpresa en el escenario político nacional. La indefinición de Mauricio Macri de confirmar su candidatura para este 2023 – no son pocos los que alienta en Juntos por el Cambio darle nuevamente un voto de confianza – y la salida de escena de Cristina Fernández de Kirchner tras el fallo judicial en su contra que le impide ejercer cargos públicos, abre la puerta a la aparición de nuevas expectativas de promover una alternativa que permita romper con las posiciones tan radicalizadas que se han dado hace ya, hace bastante tiempo en Argentina.
La presidenta del Socialismo, Mónica Fein, muy activa en los medios de Rosario en los últimos días, fue la que alentó sin titubeos la posibilidad de que el partido que representa se sume a la alternativa electoral que tendría a Schiaretti como candidato a la presidencia. “Desde el socialismo creemos que se necesitan nuevos liderazgos a nivel nacional y Schiaretti tiene mucho para aportar para los tiempos que se vienen en el país”, había declamado con entusiasmo la diputada nacional en el mes de agosto del 2022 tras una reunión con el mandatario cordobés en la capital de la provincia mediterránea.
Para reforzar su empatía con Schiaretti, la legisladora nacional había reafirmado hace poco a este medio que “el gobernador de Córdoba tiene condiciones que rescata, primero que defiende el federalismo, luego es de una provincia y dice que de esta grieta se sale por arriba” y con un “Ojalá sea candidato a presidente”, hizo publico su deseo y hasta descontó la colaboración de su partido para ayudar a Schiaretti a construir una alternativa que pueda escapar de la grieta. “Cuenta conmigo” cantaría Chico Novarro.
El tan auspiciado “Frente de Frentes” que impulsan con renuencia Felipe Michlig, Maximiliano Pullaro y Federico Angelini tendrá una inevitable fuerte impronta de “Juntos por el Cambio”, los legisladores mencionados y la senadora Carolina Losada no pierden oportunidad para aparecer en cuanta foto este a su alcance junto a Macri, Larreta y Patricia Bullrich y seguramente el nuevo espacio que pergeñan brindará su apoyo incondicional a sus candidaturas. ¿Puede un espacio integrar un frente electoral y no verse involucrado en el mismo? La respuesta es NO. Esa es la disyuntiva que tendrá que sopesar con mucho cuidado el Socialismo si decide jugar al lado de Schiaretti, ya que no deberá mostrarse ambiguo en su proclama antigrieta, si lo que pretende es seguir siendo un espacio creíble, sobretodo en la provincia.
Tanto Mónica Fein como Clara García repiten como un mantra que el Socialismo no va a ir detrás “de un rejunte sino que por el contrario debe liderar el proceso de cambio en la provincia de Santa Fe” porque ellas consideran que el partido tiene una historia, un proyecto colectivo que va terminar imponiéndose en las urnas. Ese pensamiento es una poderosa razón que puso en “stand by” la necesidad de integrar un frente opositor amplio porque temen las dirigentes que busquen al socialismo solo para sumarlo a proyectos que en definitiva no representarían cabalmente a sus valores y metas de gobierno.
Las campañas nacionales y provinciales, a pesar del desdoblamiento del calendario electoral, serán darán casi en simultáneo, lo que obligará a los estrategas de los partidos a brindar un mensaje por demás claro si lo que buscan es que el espacio que representan pueda despegarse o meterse en las pocas bondades que otorga la grieta, mas aún, en esta época de juicio político contra la Corte Suprema de Justicia que volverá a activar todos sus engranajes y la fortalecerá rumbo a los actos electorales del 2023.
En el difícil contexto que atraviesa la sociedad argentina, con la gente malhumorada y reacia con la clase política, el Socialismo busca su lugar en el mundo, con ganas de formar parte de un cambio a nivel nacional y deseoso de recuperar protagonismo en la provincia. La adhesión o no a la iniciativa de Schiaretti condicionará su participación en el Frente de Frentes, y además deberá tomar debida nota del clima de virulencia que se presagia dentro de Juntos por el Cambio con las disputas que ya se han encendido entre Macri, Patricia Bullrich y Larreta y que tendrán su correlato, seguramente, en la provincia. El “partido de la rosa” no quiere verse obligado a tener que elegir ser parte de los “Halcones o Palomas” o algo peor, terminar siendo funcionales a un rejunte electoral que tanto denuncia y rechaza ..