Al menos tres muertos en un ataque fallido con dron contra una base aérea en el sur de Rusia
El Ejército de Rusia informó hoy que derribó un dron ucraniano mientras se acercaba a la base aérea de Engels, en el sur del país, y a 600 kilómetros de la frontera con Ucrania, en lo que el Kremlin definió como un “fallido ataque” de Kiev, que sin embargo dejó al menos tres militares rusos muertos.
“Como resultado de la caída de restos del dron, tres oficiales técnicos rusos que estaban en la base aérea sufrieron heridas mortales”, informó la agencia rusa Tass, citando un comunicado del Ministerio de Defensa en que se detalla que el avión no tripulado, que volaba sobre la región sureña de Saratov, fue interceptado anoche.
La ciudad de Engels está a más de 600 kilómetros al este de la frontera con Ucrania y su base aérea, que ya había sido atacada el 5 de diciembre, alberga los bombarderos estratégicos con capacidad nuclear Tu-95 y Tu-160 que han estado involucrados en el lanzamiento de ataques contra Ucrania.
Estas aeronaves no sufrieron daños de ningún tipo, dijo el Ministerio de Defensa ruso.
Ucrania por ahora no reaccionó al ataque, pero ante una consulta periodística, el portavoz de la Fuerza Aérea Yurii Ihnat dijo que “estas son las consecuencias de la agresión rusa”, recogió la agencia de noticias AFP.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo que su país prevé pedir hoy la remoción de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Expresaremos oficialmente nuestra posición. Tenemos una pegunta sencilla: ¿Tiene Rusia el derecho de permanecer como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU?”, declaró Kuleba anoche en un mensaje por la televisión nacional.
“Tenemos una respuesta convincente y razonada: no, no lo tiene”, acotó.
Rusia es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU junto con el Reino Unido, Francia, China y Estados Unidos.
El poder de veto de estos miembros les permite bloquear cualquier resolución y volver impotente la entidad, como ocurrió en febrero, cuando Moscú invadió Ucrania y los diplomáticos se limitaron a leer declaraciones.
Tras diez meses de conflicto, el presidente ruso, Vladimir Putin, justificó ayer su ofensiva militar en la exrepública soviética y aseguró que su objetivo era “unir al pueblo ruso”.
“Todo se fundamenta en la política de nuestros adversarios geopolíticos, que buscan dividir a Rusia, la Rusia histórica”, denunció Putin en una entrevista difundida en la televisión rusa.
“Estamos actuando en la dirección correcta, estamos protegiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos, de nuestro pueblo”, insistió.
Durante la entrevista, el líder ruso también prometió eliminar el sistema de defensa antiaérea Patriot que Estados Unidos le entregará a Kiev.
“¡Por supuesto que lo destruiremos, al 100%!” dijo, apenas tres días después de haber asegurado que su ejército encontraría “un antídoto” para esquivar un “sistema bastante viejo”.
El Estado Mayor ruso confirmó hace unos días que sus acciones en Ucrania se centraban en tomar el control de la totalidad de la región de Donetsk, que junto a la de Lugansk forma la cuenca del Donbass, parcialmente ocupada por separatistas prorrusos desde 2014.
Ucrania, en cambio, insiste en que reconquistará las cuatro regiones ucranianas anexadas a fines de septiembre por Rusia -Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson-, así como la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
En esa línea, hoy el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, aseguró que “Ucrania es una sentencia de muerte” para Putin, y que el mandatario está consciente de que “no todo está yendo según su plan”.
“Putin (..) es un hombre cínico que entiende perfectamente lo que está haciendo. Entiende con precisión que encabeza un régimen, que es un cobarde. Entiende claramente cuando daña a alguien, porque esa es la esencia de su pensamiento, causar daño a la gente (..) y no hay nada que odie más que Ucrania”, dijo Podoliak, citado por Europa Press.
En tanto, el jefe de las Fuerzas Armadas de Irán, Mohamad Hosein Baqeri, tildó de “guerra psicológica” las acusaciones contra Teherán por el presunto envío a Rusia de drones para su uso en el marco de la invasión de Ucrania.
Baqeri achacó las acusaciones a la “arrogancia mundial” y dijo que “es parte de la guerra psicológica del enemigo”, y subrayó que estas acusaciones son una prueba fehaciente de la “gran influencia” e “importancia” de la industria de drones en Irán.
Estados Unidos ha denunciado que Rusia compró cientos de drones en el mercado iraní para usar en la guerra, si bien posteriormente tanto medios de comunicación como las autoridades ucranianas han detallado que la mayoría de las partes con las que se han elaborado este tipo de armas son de fabricación europea y estadounidense.
Fuente: Télam