Frente de Todos: ¿Una “marca” electoral con fecha de vencimiento para el peronismo santafesino?
Que el kirchnerismo puede convertirse en un “ancla” en el marco de una elección doméstica, no es ninguna novedad, el estadío antikirchnerista que atraviesa a gran parte del electorado santafesino ha llevado al espacio a caer derrotado sucesivamente en las elecciones nacionales e intermedias en la provincia. Al momento de poner el voto en la urna una importante porción del habitante de este suelo, le pesa demasiado abrevar a la fuente del partido que conduce “Cristina Fernández” , por más que otro “Fernández” figure con la “etiqueta” de Presidente de los argentinos.
Nadie que interponga el sentido común ante los hechos y esté apoyado en los antecedentes estadísticos de los últimos comicios en Santa Fe se arriesgaría en apostar a la “marca” Frente de Todos como el nombre del espacio que represente al PJ en las elecciones generales de la provincia en el 2023. “Usar el nombre Frente de Todos es un espantador de votos cuando se tenga que elegir gobernador” nos aseguraba un importante dirigente del peronismo a este medio. La lógica de ese pensamiento se respalda, en la imposibilidad que dicha nombradía provoca, a la hora de pretender conseguir acompañamiento en las urnas, sobretodo, en la clase media santafesina.
El peronismo de la provincia necesita ampliar su capital electoral, no es ninguna novedad, y para ello deberá sumar voluntades en algunos ámbitos sociales que le fueron esquivos en las anteriores elecciones. Los reiterados mimos de gestión del actual gobierno hacia los sectores productivos y hacia el campo persiguen abrir la “tranquera” de mejores posibilidades en el terreno de las adhesiones. Para ello la búsqueda pasa por generar una alternativa electoral partidaria que tenga otra impronta, mas provincial y principalmente, alejada de los paradigmas contradictorios que genera el kirchnerismo a nivel nacional en la sociedad argentina.
En discordancia, a esa necesidad del oficialismo, aparecen las posturas reincidentes e irrevocables de espacios como Unidad Ciudadana, La Corriente , La Cámpora y el Movimiento Evita que mantienen inalterables su fé hacia la conducción de Cristina Kirchner como líder indiscutida del partido. Como si fueran “los músicos del Titanic tocando hasta el final” , sin importar cual será el desenlace, las posibles candidaturas de Leandro Busatto, Marcos Cleri y Eduardo Toniolli intentarán llevan bien alto la bandera de la “obstinación” por una ideología, sin importar las consecuencias que eso conlleve.
La vertiente de “Hacemos Santa Fe” tiene en carpeta como principal candidato al Diputado Nacional Roberto Mirabella, al que se le podría sumar Celia Arena, la ministra de Gobierno. El legislador marcó desde hace un tiempo a esta parte un fuerte contrapunto con el gobierno nacional, dejando bien en claro que su “federalismo” choca contra el modo “unitario” que tiene el mandato de Alberto Fernández a la hora de repartir recursos y otorgar beneficios de obras públicas a las distintas provincias del interior del país: “Son muy federales para cobrar impuestos pero muy unitarios para repartirlos”, supo decir Mirabella oportunamente en un importante canal porteño, el rafaelino encendió la mecha con lo cual la relación con el kirchnerismo se convirtió en un vínculo sin retorno y hasta se podría asegurar, a punto de explotar.
“El peronismo cuenta con un piso de 30 o 32% de votantes cautivos en Santa Fe y es muy difícil que ese número se pueda horadar hacia abajo”, compartió oportunamente como dato significativo un encuestador rosarino a este portal. Con esa base electoral el PJ, por hora, hace pata ancha, mas aún habiendo una oposición que se muestra por demás indecisa y con un “Frente de Frentes” que por lo visto últimamente, naufraga lentamente hacia un mar de olvido. Acertarle a la receta que permita reconducir todas las inquietudes e intereses de los distintos espacios que conforman el PJ hacia un lugar en común, es el gran dilema que tienen por delante los estrategas del espacio.
Las PASO será un ordenador, en eso todos están de acuerdo dentro del peronismo provincial al momento de la retórica discursiva, el desafío en ciernes es poder lograr, una vez conocidos los resultados de las primarias, que se haga efectiva la máxima histórica partidaria: “El que gana conduce y el que pierde acompaña”. Sin ello será una tarea casi imposible para el PJ retener la conducción de la provincia para eso necesitan que los ideales terminen derrotando a los egos. “Llegado el momento los melones se van acomodar” nos avisaba un veterano dirigente del peronismo sobre la coyuntura que se avecina en el partido y recordó la frase del general a la espera que el carro al andar, haga el resto.
El gobernador Omar Perotti es el líder del movimiento, aceptan con unción los propios y con algún regaño los demás dirigentes de las “tribus” que conforman el ideario peronista de estos tiempos en la “bota” santafesina. Que el mandatario encabezará la lista de diputados, es un mandamiento inamovible en el credo partidario del oficialismo, a partir de su figura se encolumnara la fuerza. Para la intendencia rosarina, un sueño postergado convertido en un buscado “bronce” por el PJ, ya aparecen buenas alternativas para intentar ganar finalmente la ciudad.
Uno de esas posibilidades es Roberto Sukerman que pretende ir por la revancha de la última vez que quedó en la puerta de ganarle a Javkin, el senador Marcelo Lewandowski , que deshoja la margarita sobre su futuro político, no descarta ser candidato a intendente de Rosario. Lisandro Cavatorta es otra de las cartas ganadoras en el mazo de naipes del perottismo y esta dispuesto a jugar si es llamado a participar. Además surgió en el escenario local un nombre que empezó a sonar con mucha insistencia: Sonia Martorano, como una apuesta esperanzadora para pelear por la senaduria departamental . Un dato no menor para lo que se viene es el casi seguro advenimiento de Ciudad Futura al peronismo rosarino, para sumar musculatura y votos al espacio, con Juan Monteverde y Caren Tepp como nombres propios para esa “cruzada” que podría inclinar la balanza a favor del PJ local.
Sin posibilidad de reeditar “la unidad en la diversidad”, el peronismo santafesino busca cambiar el enfoque a su dinámica partidaria para llegar con expectativas ciertas al llamado que harán las urnas en el 2023. Apoyados en las fortalezas de la gestión de gobierno y confiados en el desarrollo territorial logrado por el espacio, desde la órbita del Ejecutivo creen en un triunfo en las PASO, sin importar que candidatos tengan enfrente. “Ya lo hicimos en las primarias del 2019 cuando le ganamos a Maria Eugenia Bielsa, esta vez ser gobierno nos da un plus extra para repetir esa victoria”, se envalentonaba un funcionario provincial al ser consultado sobre el futuro del partido. Lo que no admite discusiones puertas adentro de la fuerza es que para aspirar a un éxito electoral antes debe cumplirse un requisito indispensable, sin ecuanon, que el espacio que competirá por la gobernación no deberá llamarse “Frente de Todos”, “casi nada o casi todo”, ya algunos han puesto manos a la obra para que así sea.