Pese a las críticas, Italia eleva el límite al uso de efectivo de 1.000 a 5.000 euros
El gobierno italiano elevó el techo de uso de efectivo de 1.000 a 5.000 euros a partir del año que viene, una decisión que disparó críticas por parte de la oposición por el posible favorecimiento a la evasión fiscal, dado que se pierde la trazabilidad del dinero.
“Desde el 1 de enero de 2023 el techo máximo para el pago en efectivo pasa de 1.000 a 5.000 euros”, anunció el gobierno en un comunicado este viernes, luego de una reunión de gabinete con medidas para afrontar la crisis energética.
El tope para operaciones en efectivo es actualmente de 2.000 euros y debía bajar a 1.000 a partir del año próximo, pero el nuevo Ejecutivo decidió quintuplicarlo basado en la dinamización de la economía.
Este viernes, la premier italiana Giorgia Meloni justificó la medida en conferencia de prensa y aseguró que “en Europa hay una discusión sobre esto porque hay medidas muy diversas y esto crea un problema y una disparidad”.
“Hemos decidido poner el techo al uso del efectivo en la media de las naciones europeas”, argumentó la líder de ultraderecha.
Desde la principal agrupación opositora, el Partido Democrático, el portavoz económico de la centroizquierda Antonio Misiani consideró que la medida “va a contracorriente con lo que se hizo en Italia y en el resto de los países europeos en el último año para favorecer la trazabilidad de los pagos”.
En el también opositor Movimiento Cinco Estrellas, el senador Stefano Patuanelli consideró que “subir el techo del efectivo y querer luchar contra la evasión no pueden ir juntos”.