La OPS designará a su próximo titular en una elección marcada por la política regional
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) decidirá a partir de este lunes su próximo titular, en una elección parcialmente influenciada por la política regional, pese al carácter técnico y científico de la oficina que en los últimos años tuvo una gran visibilidad mediática por su rol contra la pandemia de Covid-19.
Entre el 26 y 30 de septiembre se realizará en Washington DC (Estados Unidos), sede central del organismo, la 30° Conferencia Sanitaria Panamericana, en la que los ministros de Salud de las Américas debatirán aspectos sobre salud mental y vigilancia genómica, además de elegir al nuevo director del organismo que en diciembre cumplirá 120 años de vida.
En el panel de apertura estará el presidente Alberto Fernández, quien participará de forma remota, además del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, entre otras autoridades sanitarias y políticas.
El miércoles 28 se designará formalmente al director que asumirá el cargo el 1 de febrero de 2023 con un mandato de cinco años y que no podrá ser reelegido más de una vez.
Los 35 países de las Américas, en su rol de Estados miembros, y los tres Estados participantes del organismo (Francia, Reino Unido y Países Bajos) tienen derecho a participar de la votación secreta que por mayoría elegirá al sucesor de la dominiquesa Carissa Etienne, al frente de la OPS desde 2013.
Los candidatos son cinco: el panameño Camilo Alleyne, el brasileño Jarbas Barbosa Da Silva, la haitiana Florence Duperval Guillaume, la mexicana Nadine Flora Gasman Zylbermann y el uruguayo Daniel Salinas.
Colombia retiró la semana pasada la postulación de Fernando Ruíz Gómez, quien fuera durante más de dos años ministro de Salud del gobierno de Iván Duque, al no contar con el beneplácito del nuevo Ejecutivo encabezado por el presidente Gustavo Petro.
“Lamento que el Gobierno haya retirado el apoyo a mi nombre, pero duele más que Colombia después de 120 años y con todos los reconocimientos en su historia de salud pública no tenga la posibilidad de dirigir la OPS”, indicó el propio Ruiz Gómez al publicar una carta pública en la que aseguró que contaba con el apoyo de 20 países para ser electo.
La respuesta de la Presidencia de Colombia llegó a través de un comunicado: “La OPS es un organismo que tiene alta incidencia en la política pública de salud del país, por lo que considera que el candidato debe compartir el enfoque y el modelo de desarrollo para el sector que el presidente Petro ha planteado y por los cuales fue elegido”.
“El tema de la elección en la OPS no debe ser una disputa política entre izquierda y derecha porque ése no es el rol de la organización”, se distanció en declaraciones a Télam el candidato propuesto por Brasil y actual vicedirector de la organización, Barbosa Da Silva.
“La OPS tiene que seguir funcionado como una plataforma neutral e imparcial que puede movilizar la solidaridad de todos los países”, añadió y puso como ejemplo el trabajo coordinado contra el coronavirus junto a gobiernos con miradas distintas, incluso con nulas relaciones diplomáticas entre ellos, como el caso de Estados Unidos y Cuba.
La propia nominación de este médico, experto en políticas de salud pública, es otra muestra de este carácter más técnico de la OPS: su candidatura fue respaldada por el gobierno de Jair Bolsonaro tras haber sido funcionario del Ministerio de Salud y director de la agencia regulatoria Anvisa durante el Ejecutivo de Dilma Rousseff.
Pero la escisión con la política es más difícil de realizar en otros casos, como el de Salinas, quien llegó a ministro de Salud de Uruguay apadrinado por el líder del partido Cabildo Abierto (extrema derecha), Guido Manini Ríos.
La capacidad del funcionario para dirigir la OPS fue cuestionada recientemente por una coalición de más de 200 ONGs antitabaco, tras publicarse un decreto que flexibiliza la presentación en la que se comercializan los cigarrillos y que el presidente Luis Lacalle Pou reconoció que fue un pedido de Montepaz, empresa tabacalera y donante durante la campaña que lo llevó gobierno.
Medios locales indicaron que Salinas busca llegar a la OPS con el respaldo de los países que integran la Comunidad del Caribe (Caricom), los mismos que le permitieron a Luis Almagro, también uruguayo, ser reelecto como secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Esos 15 votos que otorgan ese grupo de naciones es la carta fuerte que tiene para la elección Duperval Guillaume, exministra de Salud de Haití y la primera representante del país más pobre de la región en presentarse para el cargo.
La mirada de género es, por otra parte, el punto distintivo que destaca a la candidata de México, Gasman Zylbermann, que actualmente es presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres de su país y que cuenta con un currículum nutrido en la defensa de los derechos de las mujeres en varios foros internacionales, incluyendo la ONU.
En tanto, Alleyne, representante postulado por Panamá, es exministro de Salud de ese país, especialista en ginecología y obstetricia y busca obtener un respaldo especialmente en Centroamérica.
“La conferencia es una oportunidad para que los ministros de Salud de toda América compartan nueva información y coordinen sus esfuerzos para hacer frente a los retos actuales, como la Covid-19, la viruela del mono y, ahora, también la poliomielitis”, explicó la directora de la OPS, al referirse al primer caso de polio en casi una década detectado en julio en Estados Unidos.
“Es importante que juntos definamos las prioridades con el potencial de transformar la salud de nuestra región”, comentó Etienne en conferencia de prensa y señaló que en los últimos cinco años hubo tanto “logros significativos” como “retrocesos inesperados” en materia de salud.