“Bienvenidos al tren”: El llamado de Perotti para el peronismo santafesino
La noticia de la vuelta del tren de pasajeros como eje comunicador vital entre las ciudades de Rosario y Cañada de Gómez no pasó desapercibida, el gobernador Omar Perotti junto al presidente Alberto Fernández y al superministro, Sergio Massa, dieron el puntapié inicial para la recuperación del ramal después de 45 años. “Inmensa alegría que viven Rosario y cada una de las localidades que son alcanzadas por este servicio” señaló con un dejo de euforia el titular de la Casa Gris al consumarse oficialmente el regreso del tren a escena.
El rafaelino en gestión se mueve “como pez en el agua”, es su lugar en el mundo, un habitad que conoce al dedillo y en el cual ha construido pacientemente su imagen y su impronta. Perotti es un dirigente que esta pendiente del mandato a full, “es un gobernador dedicado a la tarea 24 por 7”, confiaba a este medio, con pedido de reserva, un interlocutor válido del gobierno provincial, haciendo referencia a las horas y los días que lo encuentran al pie de la trinchera.
El mandatario ha elegido, por decisión propia, defender a ultranza el federalismo y los derechos de su provincia, en particular. Lo hace con gestos de inequívoca convicción y compromiso, eso lo ha llevado a tener que soportar algún dolor de cabeza por los cortocircuitos generados por las decisiones adoptadas con cierto “sentido de porteñismo”, por el gobierno nacional. A ambos lados del mostrador de la política, las posturas muchas veces pueden verse contradictorias, más por cuestiones de forma que de fondo. Saber surfearlas representa un requisito de habilidad como de “muñeca” del dirigente para salir airoso del problema y no todos cuentan con ese atributo para hacerlo
En lo estrictamente político, Perotti debe lidiar con dos frentes, el nacional con un peronismo enfrentado en una interna declarada entre el albertismo y el cristinismo, esperando que la misma no afecte su futuro político y el doméstico, donde debe encauzar hacia un mismo lado la dispersión de intereses dentro del partido que representa. Un complejo tetris que deberá ir ensamblando con el correr de los meses previos al año electoral del 2023. “Todavía hay tiempo para construir acuerdos puertas adentro”, declaran optimistas algunos estrategas del PJ.
El rafaelino es el “mayor elector” que cuenta el peronismo en Santa Fe, nadie en su sano juicio – dentro de la fuerza – seria capaz de poner en tela de juicio esa sentencia, tanto es así que las candidaturas y los candidatos se irán definiendo con su correspondiente “bendición”. Su esencia peronista lo hace confiar que llegado el momento de las urnas la máxima del general se cumplirá: “pongan el carro a caminar que los melones se acomodan solos” y por esa razón a pesar de los hechos que exponen ciertos desencuentros dirigenciales, los mismos no hace mover ni un ápice, a su habitual compostura.
Sobre la inevitable interna que se presenta en el horizonte del espacio, el oficialismo esta convencido que la musculatura y estructura mostrada en las intermedias del 2021 sobretodo en la parte sur de la provincia, le permitirá aspirar a una victoria en las PASO. “Ya lo hicimos cuando Perotti enfrentó a Maria Eugenia y lo volveremos a hacer, el candidato que represente a Hacemos Santa Fe saldrá triunfante porque el desarrollo territorial logrado permitirá superar cualquier escollo, sin importar el valor del nombre propio del candidato que se enfrente”, nos advierte un activo operador del partido, proyectando optimista el futuro electoral.
Para renovar el mandato en la provincia, en el PJ ya hace un tiempo, Leandro Busatto se pasea con el “frac” de precandidato desafiando al oficialismo y siendo el más activo al momento de la critica sobre la actual conducción del espacio. Mirabella (el elegido por el gobernador para darle continuidad a su gestión), Tonioli, Celia Arena y Marcos Cleri son otros de los nombres puestos sobre la mesa de las negociaciones, la salvedad es que a todos ellos los une la sintonía fina de posibles acuerdos. El caso de Marcelo Lewandowski reviste cierta particularidad, el periodista mide bien en Rosario, pero esa supremacía en las preferencias de las encuestas, no le alcanzaría para ganar un mano a mano con el candidato del gobierno. Por esa razón el Senador Nacional transita los días sopesando participar por la Casa Gris o por la Intendencia Rosarina. “Ser o no ser” pasa a ser una cuestión que tiene en vilo al reconocido comentarista deportivo.
!Lo que todos saben! , es que Perotti estará obligado a ponerse al hombro la próxima campaña electoral del espacio, si la pretensión del PJ es ganar nuevamente el comicio y por esa razón le rezan por lo bajo a su figura muchos dirigentes cuando recorren con unción las cuentas de un “rosario peronista”. El “piamontés” como suelen llamarlo los compañeros de ruta, es el primer soldado a la hora de cuidar el erario público, ellos admiten que la gestión del rafaelino es buena y solo la inseguridad sigue siendo la “materia pendiente” a la que por ahora no se le encuentra solución y que genera gran preocupación en el gobierno provincial.
“Pueden venir cuantos quieran que serán tratados bien. Los que estén en el camino, bienvenidos al tren” cantaba Sui Generis, un estribillo que bien podría hacer uso Perotti, para invitar a todos los peronistas santafesinos a reeditar el hit de la “unidad en la diversidad”, porque mas allá de las diferencias conceptuales que existan, el único protagonismo que le ha dado frutos al PJ en su historia ha sido mostrarse “todos unidos” al momento de las urnas, como también refundar con hechos el legado partidario, que “para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista”. Tarea compleja es la que les espera, sobretodo, en un escenario que por estos tiempos, se exhibe repleto de egos y con mochilas cargadas de pretensiones y de intereses personales.