“No preocuparse por el orgasmo”, el consejo de una sexóloga para disfrutar de la intimidad
Hay ideas erróneas, muy arraigadas e interiorizadas. Primero, hay que reconocer donde está el placer de cada uno para luego sentir con otro. Cómo agilizar esa búsqueda.
En el sexo, a diferencia de otras áreas, las expectativas son altas (a veces demasiado) y muy rígidas. La comunicación es la base de la sexualidad, pero no es tarea sencilla. Hay que manifestar lo que a cada persona le gusta y lo que no es un buen inicio para abrirse con la pareja y disfrutar sin expectativas. ¿Qué hacer con los miedos, con el rechazo, con las inseguridades?
“Se ponen demasiadas expectativas en el sexo y en el resultado. En nuestra historia, se remarcó siempre lo negativo: ojo que podés quedar embarazada, cuidado con las enfermedades, etc”, señala Silvina Valente (M.N. 87.798), médica sexóloga, presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH) y jefa de Sexología del servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas “José de San Martín”. El consentimiento se centra en lo que la persona no quiere, lo que no debe permitir.
Las presiones y los cuestionamientos no son lubricantes efectivos o estimulantes sexuales. Al contrario, generan inseguridad o estrés sobre todo en los primeros encuentros y si no hay una buena autoestima sexual.
El autoplacer, una llave a la intimidad en pareja
“Hay que preguntarse qué quiere uno, qué nos gusta y animarnos a conocer aquello que queremos probar. Hay que experimentar las sensaciones placenteras en uno mismo, lo que se siente. Porque si no, es trabajar solo para que sienta el otro y nos quedamos afuera del placer”, remarca la sexóloga.
Es imposible no tener expectativas porque, sin ellas, no nos plantearíamos la convivencia. Ahora bien, lo ideal es que sean pocas, porque cuanto más se esperan, más lugar hay para sentirse defraudado. El estrés de tanta idealización, puede producir insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal e, incluso, eyaculación precoz.
“Cada persona tiene que apoderarse de su sexualidad”, insiste Valente. Si cada miembro de la pareja tiene este autoconocimiento erótico el encuentro entre ambos será mucho más fructífero y placentero. Aquí es también vital la comunicación, la confianza y la intimidad entre ambos.
Justamente, la intimidad implica la autorrevelación, generalmente con palabras. ¿Pero qué es más revelador que mostrarle a la pareja cómo darse placer a sí mismo? Los amantes que se masturban entre sí generalmente reportan una intimidad más profunda y un mejor sexo en pareja.
Vivir las relaciones eróticas saludablemente implica hacerlo con gusto, conociéndose, valorándose, eligiendo qué, cómo, cuándo y dónde, diciendo lo que agrada y lo que no, y teniendo información adecuada para hacerlo sin riesgos.
Para que una pareja disfrute de su arte de amar y del placer de su encuentro, no hay más secreto que dejarse llevar por el deseo del encuentro, dedicar tiempo al amor y espacio al erotismo.
“Hay que sentir con el otro, no preocuparnos tanto por el orgasmo, sino a disfrutar cada instante de ese encuentro”, sugiere Valente para tener una sexualidad plena.