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20 de Septiembre rendimos homenaje al caballo

La figura del caballo ha estado presente en la historia de la humanidad desde tiempos remotos. Los caballos han sido protagonistas o han acompañado al ser humano en diferentes ámbitos

Por Prof. Norberto Ovando

Cada 20 de septiembre desde el año 1999 se conmemora en nuestro país el Día Nacional del Caballo, establecido por la Ley 25.125. Uno de los objetivos principales de esta efeméride es promover el respeto por la vida del caballo.

Caballos fósiles de Sudamérica

El estudio de los caballos fósiles en América del Sur comenzó en el siglo XIX cuando Charles Darwin encontró una pieza dental en Argentina, desde entonces, gran cantidad de investigaciones han sido publicadas arrojando, en ocasiones, más sombras que luces en el estudio de estos mamíferos.

Titanoboaforest describe que “El levantamiento del Istmo de Panamá hace alrededor de 3 millones de años permitió a especies de Norte y Suramérica migrar en ambas direcciones, a este evento biogeográfico se le conoce como el Gran Intercambio Biótico Americano (GIBA). El GIBA favoreció la entrada de caballos a Suramérica que presumiblemente lo hicieron a través de dos vías: las especies de tamaño pequeño a mediano se dispersaron y diversificaron a través del corredor de los Andes mientras, las formas grandes y robustas lo hacían utilizando la ruta oriental de las llanuras”.

“Los artículos más recientes coinciden en la existencia de dos géneros para esta parte del continente: Equus y Hippidion y aunque ambos géneros comparten características comunes, como un cráneo grande en comparación con el tamaño del cuerpo, cada género tiene una morfología específica, siendo más primitiva y robusta en Hippidion que en Equus; pero a pesar de haber sido un grupo exitoso, no sobrevivieron a la gran extinción de la megafauna ocurrida durante el Último Máximo Glacial hace aproximadamente doce mil años”.

Recientemente se ha propuesto que sólo una especie de Equus vivió en Suramérica durante el Pleistoceno: E. neogeus, (el epíteto específico de la especie (el correcto debió haber sido «neogaeus», palabra de origen griego que significa «nuevo mundo»), un equino de afinidades “caballinas” que estaba ampliamente distribuido; sus manadas podían encontrarse desde la costa pacífica a la costa atlántica y desde las altas montañas de los Andes a las extensas llanuras de la Patagonia, según J. L. Prado y M.T. Alberdi.

Una investigación internacional protagonizada por investigadores de la Universidad de Colorado, Universidad de Buenos Aires (UBA) y CONICET principalmente, publicada en la revista Science Advances, afirma que las poblaciones cazadoras-recolectoras de la Patagonia comenzaron a explotar el uso de caballos, para alimentación, caza y pastoreo.

Este equipo de científicos ha descubierto restos de 9 caballos que vivieron en el siglo XVI en el sitio de Chorrillo Grande 1 en la provincia de Santa Cruz, Argentina.

Hay evidencias que indican que los ancestros de los caballos actuales se habían desarrollado en América del Norte. Llegaron a Sudamérica hace más de 2,5 millones de años. Pero no sobrevivieron a una mega-extinción que ocurrió en el continente hace más de 11.700 años.

Los fósiles de Chorrillo Grande 1 (un antiguo campamento Tehuelche), son una pieza clave para entender que los caballos no solo aparecieron en el continente con los europeos, sino que ya existían en América, se extinguieron y luego los reintrodujeron.

Reintroducción del caballo

Cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires por segunda vez en 1580, los caballos que había dejado el adelantado Pedro de Mendoza en 1536 se habían multiplicado, asilvestrado y domesticado a la vida por las poblaciones indígenas.

Estos caballos se reprodujeron libremente y ocuparon las pampas por su abundante pastura, y a través de la selección natural se desarrollaron con características propias, hasta ser reconocido el caballo criollo como una raza distintiva.

La Patria se hizo de a caballo

Pocos, o ninguno tal vez, de los jefes militares que tuvo nuestra nación han demostrado la atención que el Padre de la Patria prodigó a sus caballadas.

“Decano” el histórico caballo de José de San Martín fue el mejor caballo criollo del ejército patriota un colorado malacara, con una mancha blanca en la frente.

Muchos recordamos aquel acto escolar cuando recitábamos de Belisario Roldán (1873 – 1922) la inolvidable poesía “Caballito Criollo”.

“Caballito criollo del galope corto, del aliento largo y del instinto fiel / Caballito criollo que fue como una asta, para la bandera que anduvo sobre él /Caballito criollo que de puro heroico se alejó una tarde de bajo de su ombú y en alas de extraños afanes de gloria se trepó a Los Andes y fue al Alto Perú”.

La mayoría no sabíamos por falta de conocimiento por aquel tiempo infantil, que estábamos honrando a “Decano”, el histórico caballo de don José de San Martín.

El caballo de montar

Actualmente el caballo de montar no se refiere a una única raza, sino que engloba una variedad de razas seleccionadas por su temperamento, habilidad y constitución física, destacándose el caballo criollo.

El caballo de monta es un animal que se convierte en un compañero de aventuras.

Para un paseo turístico, se necesita un caballo con una personalidad tranquila, paciente, autónoma, y que sea, sereno y valiente. Además, que sea capaz de relajarse, adaptarse a diferentes entornos y no se inquiete si se queda atrás o se aparta del grupo sin crear conflictos. Debe estar acostumbrado al contacto con personas y a los ruidos del turismo.

Como turista se debe respetar al caballo de monta no haciendo ruidos fuertes, ni movimientos bruscos, ni castigarlo, y acarícialo en zonas seguras como el cuello.

Ley de protección animal

Los derechos de los animales constituyen un tema de creciente importancia en el ámbito ético y legal.

La ciencia ha demostrado que los caballos son seres sintientes, capaces de sentir emociones y experimentar dolor. Tienen un sistema nervioso complejo que les permite experimentar una amplia gama de sensaciones, incluyendo alegría, tristeza, miedo y dolor.

Los caballos están protegidos por la Ley 14.346 de Protección Animal, rige para toda la Nación y penaliza el maltrato y la crueldad contra los animales.

Esta ley considera el maltrato, el abandono o la falta de cuidado responsable del equino como un delito y establece que las denuncias deben ser tomadas por las autoridades, como la policía o las fiscalías de turno.

El maltrato de equinos también se da en otros ámbitos, como la tracción a sangre, la doma, las carreras de caballos y la jineteada. En estas prácticas, los animales son sometidos a exigencias y distintas formas de violencia que pueden causarles lesiones graves e incluso la muerte.

Dicho popular “bebe agua donde bebe el caballo”

Significa que “El caballo nunca beberá agua mala”:

Esta parte del dicho se basa en la creencia popular de que los caballos, con su agudo sentido del olfato y su instinto de supervivencia, son capaces de detectar y evitar el agua contaminada, turbia o en mal estado.

Por extensión, la frase se utiliza como una metáfora para aconsejar que, al elegir dónde obtener algo (agua, conocimiento, consejos), se debe buscar la fuente más pura, confiable y de mejor calidad, es decir, aquella que los más experimentados o sabios utilizan.

En resumen:

Es un consejo para elegir la mejor fuente de algo, al igual que un caballo elige la mejor fuente de agua. Se refiere a la prudencia al tomar decisiones y a la sabiduría de seguir el ejemplo de los que saben y tienen la experiencia para discernir lo bueno de lo malo.

Ruego del caballo

Te ruego, amo mío, que escuches y entiendas mi petición:

Aliméntame y calma mi sed. Después de terminado el trabajo y la tarea del día, llévame a una cuadra limpia. Háblame porque la voz es más eficaz que las riendas y el látigo. Acaríciame y enséñame a trabajar con paciencia y buena voluntad. No me fatigues en las subidas ni me tires de las riendas en las bajadas. Si no te entiendo enseguida, no te apresures a enarbolar el látigo: mira si por acaso se han enredado las riendas, mira si las herraduras me lastiman los cascos. No me cargues demasiado. De muy buena voluntad te sirvo hasta donde alcanzan mis fuerzas. Si parece que desdeño la pastura, examíname los dientes. No me cortes la cola, porque es mi sola defensa contra las moscas que me molestan y atormentan. Querido amo: cuando la edad me haya debilitado o inutilizado, no me condenes a morir de hambre; dame un retiro digno, como el que anhelas para ti mismo, y si estoy enfermo, dame la paz, de manera que no sufra inútilmente.

En fin, esta es la humilde súplica que te hago en nombre de aquel que también nació en un establo. Autor: marqués Granafei. Teniente de caballería muerto heroicamente en Trípoli.

 Conclusión

Los paseos a caballo brindan el contacto directo con la naturaleza, la sensación de libertad que despierta y las reminiscencias al estilo de vida del gaucho. 

Si el caballo está al servicio del hombre tiene que ser dentro de los límites del respeto por la vida y las leyes de su propia naturaleza biológica, y el hombre no tiene derecho a violarlas.

Los caballos no son como otros animales, son compañeros más que animales de compañía.

Es importante tener en cuenta que el caballo tiene emociones y sentimientos.

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